El ciclo está compuesto por tres producciones escénicas, tres espectáculos enteramente concebidos y realizados desde la Cátedra de Actuación IV del Departamento de Artes Dramáticas del IUNA bajo la dirección de Sergio Sabater. Las tres obras, que involucran un total de 50 actores, son el resultado de un proceso de investigación que no tomó como punto de partida un texto dramático de autor. En cada proceso creativo se amalgamaron textos de matrices diversas y de estilos y procedencias plurales. A esta diversidad, se sumaron materiales escéncicos elaborados por los actores durante los ensayos
El primero, La Máquina del Día / Una ficción crono-escénica, pone en escena
una máquina que crea personajes, espacios imaginarios, mundos poéticos. Un engranaje cuyo mecanismo produce ficciones, narraciones, teatralidad. El espectáculo quiere concebirse como una indagación en torno al enigma de la temporalidad. ¿El tiempo solar que regula lo cotidiano y el tiempo que trasciende la sucesión matemática de los minutos, las horas, y los días y que nos abre al espacio del arte, pueden encontrarse y mezclarse en el enclave precario de un escenario teatral? Y enmarcada por el misterio del tiempo se recorta la historia de Ernesto, el hombre que quería lograr el día. La búsqueda del día logrado, la aventura de hacer fructificar, de la mañana a la noche, la nada de nuestros días. Un día logrado, un logro aislado en el continuo y general fracaso, en la incesante y universal perdición. .
El segundo, Arenales/ Un pueblo bajo el mar, configura ante nuestros ojos una población costera con su iglesia, su plaza en la que cada domingo toca la banda, su antigua glorieta y sus polifacéticos habitantes: el herrero, el cura párroco, la enfermera, el mozo, el campanero y tantos otros que día a día pueblan sus calles. Enclave nostálgico que pintaron nuestros recuerdos de infancia y que la fantasía ubicó junto al mar. Y de pronto... el mar se retira, los pájaros desaparecen, la tierra comienza a temblar. En un instante, todo será arrasado y arrastrado hacia la oscuridad del océano por un tsunami. Tragado por la ola, el pueblo y su gente desaparecerán. Arenales puede ser un pueblo sumergido, un sueño ahogado y acallado, una generación arrojada al mar... Bajo el agua, sin embargo, como en una Atlántida frágil y olvidada, la banda seguirá tocando y los sueños de los sumergidos agitarán la espuma. Arriba, sobre la superficie, un monumento erigido en la rivera recordará a los ausentes: un cenotafio, una estatua en memoria de los que el mar se tragó.
El tercero, Desde Troya/Rapsodia para una guerra sin fin, convierte en materia escénica la destrucción provocada por el hombre. Un cúmulo de catástrofes bélicas que se traman en relato desplegando ante los ojos del espectador su inevitable secuela de muerte y violencia. Desde la legendaria guerra de Troya, cantada por Homero, hasta el genocidio atómico de Hiroshima, el espacio escénico se resignifica como infierno y de ese magma caótico y en ebullición, de ese núcleo incandescente de exterminio guerrero, surgen microhistorias, pequeñas narraciones, manifiestos y alegorías que nos vuelven patente la experiencia cotidiana de la barbarie. En escena ataques sangrientos, ciudades devastadas, bombardeos. Un grupo de seres solitarios que cruza siglos y fronteras intentando huir de la pesadilla y encuentra en su marcha sólo muerte, penuria y destrucción. Desde ese fondo amargo, emerge un gesto utópico: la posibilidad de iluminar la penumbra de la existencia sin apelar a la luz cegadora de la guerra, el desafío de construir una belleza más apacible.
La cita será los domingos a partir del 2 de abril en la sala Patio de Actores. Lerma 568 C.A.B.A
Arenales/ Un pueblo bajo el mar los domingos de abril a las 19 hs -
La Máquina del Día / Una ficción crono-escénica los domingos de abril a las 21 hs.
Desde Troya/Rapsodia para una guerra sin fin desde el domingo 8 de mayo a las 19 hs
